De todas formas, después de 250 años, está claro que el que nos visite una masa de aire frio a estas alturas del año capaz de dejar nieve a 1000 metros no es una tarea sencilla por estas latitudes. Así que analizando ese posible periodo de retorno que comentabamos en el post anterior, igual habría que encontrar una posible causa más general que favoreciera esos frios tardíos, no tan relacionada con el azar, y que a pesar del paso de los años, todavía no se haya vuelto a repetir.
Así, por ejemplo, quizás nuestra nevada sea solo una prueba de una epoca más fría que la actual, con temperaturas medias 1 o 2ºC menores, como pudo ser la Pequeña Edad de Hielo que afectó a Europa desde comienzos del s. XIV hasta mediados del s. XIX, y que casualmente, identifica el entorno del año 1770 como una época especialmente gélida. En tal caso, sin duda parece que nos deberemos poner cómodos para volver a ver repetirse una efemérides así, la verdad que sí.